lunes, 30 de julio de 2012

Gastronomía de Laos

La gastronomía de Laos es muy similar a la que se puede tomar en otros países de sudeste asiático. Muchos ingredientes, recetas y técnicas son muy parecidas a las que se encuentran en la cocina de Tailandia, Vietnam o en la provincia china de Yunnan. Es muy habitual encontrar platos típicos tailandeses como la ensalada de papaya verde, platos vietnamitas como los rollitos de carne de buey envueltos en hojas de pimienta silvestre "Bo la lot" o sopas chinas de fideos.

Mercado de verduras en Luang Prabang

Ensalada de papaya verde
En Laos solamente se utilizan los palillos para comer los platos de origen chino, normalmente se come con tenedor y cuchara que se utiliza como cuchillo para cortar los alimentos. También es habitual comer con los dedos, empujando la comida con bolitas hechas de arroz glutinoso que es el más frecuente en el país.
Los vegetarianos pueden disfrutar mucho de la cocina laosiana, pues hay bastantes recetas de curries y ensaladas realizadas exclusivamente con verduras, hierbas, raíces, hortalizas y especias.

Rollitos "Bo la lot" en versión laosiana
Los laosianos comen todo tipo de carne desde el pollo, el cerdo o el buey, hasta animales más extraños para los occidentales como la ardilla o la rana. Laos no tiene salida al mar por lo que se abastecen de los pescados de los grandes ríos que cruzan el país. Son muy aficionados a la carne y pescado a la brasa, y en casi todas las ciudades se pueden encontrar puestos callejeros con parrillas (ping).
En Laos los sabores suelen ser picantes y ácidos, y para mi gusto son algo más amargos que en otros países del sudeste asiático. El plato más típico es el Laap o Larb, que consiste en una ensalada con hierbas, brotes de soja, guindilla y lechuga acompañados de carne picada de buey, pollo o pescado. Los ingredientes pueden estar cocinados o crudos macerados con zumo de limón como si fuese un ceviche, y se comen enrollados en las hojas de lechuga.

Laap de carne de buey
Otros platos típicos son las salchichas picantes de carne de cerdo conocidas como Sai Oua, y las algas de río tostadas y cubiertas de semillas de sésamo Kaipen que parecen algas nori japonesas. Las algas de río se suelen tomar como aperitivo acompañadas de cerveza fría. Algunos restaurantes han inventado una "pizza laosiana" combinando las salchichas picantes con las algas y hay que reconocer que está bastante buena.

Pizza "laosiana" con salchichas de cerdo y algas de río

Laos fue colonia francesa durante varias décadas y ha dejado alguna influencia de su gastronomía. En las ciudades se pueden encontrar buenos restaurantes franceses y  pastelerías donde comprar croissants y baguettes crujientes. En algunos puestos callejeros se pueden comprar bocadillos con verduras y carne de pollo, o rellenas de leche condensada.


Ya os he comentado que en Laos se puede beber buen café, a veces lo toman mezclado con leche condensada y con hielo. También son muy aficionados a los zumos de fruta, pero la bebida más tomada es la cerveza Beerlao que es bastante suave. Se puede encontrar en lata o en botellas de 650 ml. y es una de las mejores cervezas que he probado en Asia. Por cierto, tenéis que tener cuidado con las famosas "pizzas happy" de Vang Vieng que cambian el orégano por marihuana, que combinado con la gran cantidad de Beerlao que beberéis puede ser una mezcla explosiva.

lunes, 23 de julio de 2012

Vang Vieng en bicicleta

6 junio 2012
En otros países asiáticos he realizado algunos pequeños circuitos en bicicleta y siempre ha sido una experiencia muy interesante. Nunca podré olvidar el recorrido para perdernos por los templos de Bagan en Myanmar, o el paseo por la Isla de Miyajima en Japón. Decidimos alquilar unas bicis en Vang Vieng  para conocer varias cuevas que están dispersas por toda la zona. Salimos temprano para aprovechar las temperaturas un poco más frescas, y nos encontramos con unos paisajes con nubes que nos dejaron impresionados.

Paisajes en Vang Vieng
Un recorrido muy sencillo es la visita a un conjunto de cuevas hacia el norte de Vang Vieng. Hay que tomar la carretera 13, que es la que se dirige a Luang Prabang, y recorrer unos 15 kilómetros. El camino no tiene muchas cuestas aunque a veces no está en buenas condiciones. Estaban reparando algunos tramos lo que nos obligaba a tener que bajar de la bicicleta y recorrerlos andando.

Preparado para el paseo en bici
En el recorrido hacia las cuevas
Cuando llegamos al indicativo del kilómetro 169 de la carretera tuvimos que tomar un desvío que nos llevaba hasta el río. Allí dejamos las bicis en un aparcamiento y cruzamos a la otra orilla en un barquito. La primera cueva que visitamos es Tham Sang o la cueva del elefante. Su nombre se debe a una estalactita que recuerda la forma del animal.

Cruzando el río
Cueva del elefante
Para acceder a las cuevas hay que pagar una pequeña entrada y casi siempre aparecen chavales que se ofrecen para hacer de guías. Si os interesa que os acompañe alguno, hay que ajustar claramente el precio porque os podéis llevar una sorpresa como nos ocurrió a nosotros. Afortunadamente llegamos a un acuerdo con nuestro "guía", aunque no se quedó demasiado contento.

Tham Sang - Cueva del elefante
Después de visitar la cueva del elefante, cruzamos unos arrozales y nos dirigimos hacia otras dos más; Tham Hoi y Tham Loup. En la primera hay un buda en la entrada y muchas formaciones de estalactitas y estalagmitas curiosas. Nuestro acompañante empezó a llevarnos hacia el interior, y nos dimos cuenta que no llevábamos el mejor equipo. Había que atravesar algunas zonas inundadas y nuestro calzado resbalaba bastante. Decidimos dar la vuelta después de unos quince minutos, pues era un poco peligroso y además estuvimos a punto de perder nuestra linterna. 
Cerca hay otra cueva interesante que se llama Tham Nam, pero descartamos la visita porque no nos apetecía empaparnos más la ropa.

Cueva Tham Hoi

Vang Vieng
Volvimos a Vang Vieng realizando el mismo recorrido, y aprovechamos las bicis para pasear por los alrededores del pueblo. Acabamos el día en un restaurante para tomar uno de los mejores cafés de Asia. En la meseta de Bolaven, en el sur de Laos, hay unas condiciones geográficas de altitud y humedad que permiten buenos cultivos. En cualquier ciudad del país podréis tener la oportunidad de probar este fantástico café .

jueves, 19 de julio de 2012

Una parada en Vang Vieng

5 junio 2012
Cuando comenzamos a organizar este viaje, el recorrido por Laos era bastante diferente al que finalmente realizamos. Nuestra previsión inicial era visitar también el sur del país, para lo cual necesitaríamos movernos en avión entre tres ciudades pues no disponíamos de mucho tiempo. Después de algunas dificultades con la reserva de vuelos, decidimos centrarnos en la zona norte y realizar los translados en autobús.
La distancia entre Vientiane y Luang Prabang es aproximadamente de 380 kilómetros. Una parte del recorrido atraviesa una zona montañosa por una carretera no demasiado buena, por lo que a veces se llega a tardar más de 10 horas. Casi todos los viajeros realizan una parada intermedia para no cansarse demasiado, algunos se quedan un par de días en Phonsavan para conocer la "llanura de las jarras", pero la mayoría se dirigen a Vang Vieng.

Vang Vieng
Desde Vientiane a Vang Vieng se tardan casi cuatro horas contando las paradas para comer. Hay algunas agencias que realizan el trayecto en minibuses o furgonetas, pero nosotros preferíamos un autobús local en el que solamente viajaban laosianos y que nos costó 40.000 kips por persona (unos 4 euros). El vehículo iba completamente lleno, de hecho durante parte del recorrido me tocó ir sentado en una banqueta de plástico colocada en el pasillo. 
Van Vieng es una pequeña población que empezó a ser visitada por sus preciosos paisajes kársticos similares a los de Guillin en China. Actualmente la principal atracción es el tubing, que consiste en descender el río montados en neumáticos de camión. Durante el recorrido se pueden realizar paradas en diferentes bares para consumir bebida barata y estar de juerga. Las televisiones de los restaurantes emiten series americanas durante toda la tarde, lo que no me parece muy apetecible.

Vang Vieng
Pero se puede visitar Vang Vieng sin participar en ese tipo de turismo, que personalmente no me gusta. Se pueden realizar otras actividades más interesantes como el kayak, ciclismo, senderismo, espeleología o escalada. 
Nosotros  estuvimos alojados en un hotel situado fuera de la zona de marcha y que tenía unas vistas preciosas sobre el río. Pudimos alquilar unas bicicletas por 15.000 kips (un euro y medio) para recorrer la zona y visitar algunas cuevas.

Vang Vieng desde la cueva Tham Chang
La primera cueva que visitamos no estaba lejos del hotel. Paseamos por los alrededores y luego atravesamos las instalaciones del Vang Vieng Resort, en el que hay que pagar una entrada simbólica por cruzar el puente hacia la otra orilla.  
La cueva está en lo alto de un acantilado y hay que subir unos 100 escalones para llegar. La cueva está iluminada pero por si acaso hay que llevar una linterna. Desde una de las cámaras hay una salida hacia el exterior desde la que hay unas buenas vistas del río Nam Song.

Cueva Tham Chang

Arroyo junto a la cueva Tham Chang
Después de la visita os podéis dar un chapuzón en un arroyo con aguas azules en el que solamente hay turistas. Antes de las cinco de la tarde volvimos hacia el hotel y llegamos empapados tras la primera lluvia tropical del viaje. Al día siguiente teníamos preparado una ruta en bicicleta un poco más larga para ver unas cuantas cuevas más. Aprovechamos el restaurante del hotel junto al río para disfrutar de la puesta de sol y relajarnos.

martes, 17 de julio de 2012

Parque de Buda

4 junio 2012
Una vez terminada la visita de los templos en Vientiane queríamos conocer el Parque de Buda o Xieng Khuan. Este recinto está situado a unos 25 kilómetros desde el centro de la ciudad, y para llegar hay que tomar un autobús público, una furgoneta compartida o un taxi. Junto al mercado Talat Sao hay una estación de autobuses donde se ofrecerán cientos de conductores para llevaros al lugar. La opción más barata, interesante y divertida es montarse en los autobuses públicos aunque suelen ir muy llenos. Los vehículos son antiguos y están en mal estado, pero merece la pena para conocer las costumbres y amabilidad de los laosianos.

Parque de Buda
El autobús pasa por el Puente de la amistad, que es la frontera entre Laos y Camboya, por lo que veréis algunos pasajeros tailandeses que vuelven a su país después de haber realizado algunas compras baratas. El recorrido hasta Xieng Khuan dura una hora aproximadamente dependiendo del número de paradas solicitadas por los pasajeros. El parque de Buda está en un  campo en medio de la nada, tan sólo hay un par de tiendas frente a la entrada donde comprar algo fresco.

Parque de Buda - Xieng Khuan
El Parque de Buda se comenzó a construir en 1958 por el sacerdote Luang Pu Bunleua Sulilat. Este monje diseñó un conjunto de esculturas con símbolos hinduistas y budistas realizando una mezcla un poco extraña. Vivió en Laos hasta la revolución comunista de 1975, por lo que pronto huyó a Tailandia donde construyó otro parque similar llamado Sala Keoku.
Se utilizó hormigón armado para realizar las estatuas y parece que son antiguas aunque no lo son. En la entrada al parque se puede ver una construcción con forma de calabaza. Se puede acceder al interior de esa estructura para subir por unas escaleras hasta el techo, desde donde se puede contemplar todo el recinto.


Escultura del Parque de Buda

Escultura del parque de Buda
En el Parque de Buda se pueden ver dioses del hinduismo como Visnú o Shiva, junto a esculturas de diferentes manifestaciones de Buda, así como animales, personas, ángeles y demonios. La mezcla es un poco extravagante y algunas estatuas no son de mucha calidad, pero el conjunto es interesante. La figura más importante es el Buda reclinado que ocupa gran parte del recinto.


Atardecer en la orilla del Mekong - Vientiane

De nuevo en Vientiane en la estación Talat Sao, donde nos informamos sobre los horarios y precios de los autobuses para dirigirnos a nuestro siguiente destino Vang Vieng. Por la tarde paseamos por la orilla del Mekong que hace frontera entre Laos y Tailandia. En esta zona hay varios lugares donde poder cenar y realizar compras en un pequeño mercado nocturno.
En un día y medio nos dió tiempo a conocer prácticamente todo lo interesante de Vientiane, quizás con un ritmo algo apresurado pero sin llegar a cansarnos. Siempre nos quedará el recuerdo de esta encantadora capital asiática tan diferente a las estresantes ciudades europeas.

sábado, 14 de julio de 2012

Visitando templos en Vientiane

4 junio 2012
Nuestro hotel en Vientiane estaba situado cerca de una de las calles principales y en una zona rodeada de templos. Aproximadamente a las cinco de la mañana empezó a sonar un tambor que marca el inicio del día para cientos de monjes de la ciudad. Unos minutos más tarde comienzan a caminar en fila por las calles, vestidos con sus túnicas naranjas y en busca de ofrendas en forma de comida. Estábamos muy cansados y preferimos dormir un poco más, pues en la ciudad de Luang Prabang tendríamos tiempo para contemplar con tranquilidad este ritual.
Después de un potente desayuno y con algo más de fuerzas salimos a recorrer la ciudad caminando. En Vientiane además de Pha That Luang se pueden visitar varios templos interesantes, algunos guardan importantes colecciones de murales y esculturas por lo que se han transformado en museos. Iniciamos un recorrido de unos cuatro kilómetros por la calle Setthathirat, desde la cual se puede acceder a la mayoría de los templos.

Wat in Paeng

Wat Hai Sok


Los templos en Laos tienen un estilo similar a los de Tailandia. Pueden encontrarse las típicas figuras de guardianes custodiando la entrada, o las esculturas de serpientes "nagas" en las escaleras de acceso al templo. Quizás lo que les hace diferentes a los tailandeses es la mayor cantidad de murales exteriores, los tejados a diferentes aguas  y las columnas con dibujos dorados estarcidos con plantillas. Además son algo más pequeños que en Tailandia y con menos estructuras alrededor. Se puede acceder libremente a Wat Hai Sok, Wat in Paeng, Wat Mixai y algunos más.

Monjes preparando la oración en Wat Hai Sok

Ho Phra Kaew
Uno de los templos más importantes y antiguos de Vientiane es Ho Phra Kaew que actualmente se ha transformado en museo. Fue construido para albergar la escultura del Buda esmeralda que actualmente se encuentra en Bangkok, antes de que Vientiane fuese invadida por los siameses. Alrededor del templo pueden verse grandes esculturas de Buda realizadas en bronce, así como planchas de piedra grabadas. En un lateral de los jardines hay una vasija procedente de la "llanura de las jarras" de Phonsavan.


Ho Phra Kaew


Muy cerca está Wat Si Saket, otro templo convertido en museo y en el que hay que pagar una entrada. El edificio principal tiene un estilo muy parecido a los templos tailandeses. El interior está decorado con murales que están muy deteriorados y que no se pueden fotografiar. Lo más interesante de este lugar es el claustro en el que hay miles de figuras de buda colocadas dentro de pequeñas hornacinas. Las esculturas son de diferentes estilos, materiales y  en distintos grados de conservación. Parte del templo necesita una restauración urgente pues hay zonas que están en muy mal estado.

Wat Si Saket

Budas en Wat Si Saket


Seguimos recorriendo la calle y comenzamos a ver bastantes tiendas pequeñas que vendían frutas, ofrendas y objetos religiosos. Llegamos a Wat Si Muang que es uno de los templos más visitados y respetados de la ciudad, donde se mezclan símbolos animistas y budistas. Está construido para guardar el pilar de la ciudad, donde descansa "el espíritu de Vientiane". En este templo se realizan muchas ofrendas para hacer peticiones, orientarse en decisiones complicadas y agradecer la ayuda prestada. Durante nuestra visita pudimos ver a un monje que realizaba un ritual atando hilos de algodón en las muñecas de los miembros de una familia. Creemos que era una versión reducida de una ceremonia más larga que se conoce como Baci.


Wat Si Muang

Ceremonia en Wat Si Muang

Wat Si Muang

Después de visitar los templos nos dirigimos hacia el mercado Talat Sao que está junto a la estación de autobuses. Desde allí partimos hacia el Parque de Buda Xieng Khuang, pero eso es tema de la próxima entrada.

martes, 10 de julio de 2012

Vientiane, la tranquila capital de Laos

2-3 junio 2012
La forma más directa para llegar a Laos es tomar un vuelo hasta Bangkok, y desde allí volar hasta la capital Vientiane con alguna de las diversas líneas aéreas que realizan el trayecto. Aprovechando una tarifa especial de Thai airways pudimos volar sin escalas desde Madrid hasta el aeropuerto Suvarnabhumi de la capital tailandesa, y posteriormente otro vuelo de una hora de duración hasta Laos con la misma compañía. 
Aunque algunos turistas entran al país por tierra desde Tailandia, la mayoría lo hacen por el pequeño aeropuerto Wattay de Vientiane. Realizamos los trámites en la aduana y gestionamos el visado "on arrival" rellenando varios impresos, entregando fotos y pagando la tasa correspondiente que varía según la nacionalidad (en nuestro caso fueron 35 dolares). Los requisitos para obtener el visado pueden cambiar, por eso siempre aconsejo que antes de viajar a un país obtengáis la información sobre los permisos desde las páginas oficiales, pues podéis llevaros alguna sorpresa. 

Aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok
Para llegar al centro de Vientiane desde el aeropuerto lo más frecuente es tomar un taxi. En uno de los mostradores de salida se adquiere un ticket por siete dolares, válido para cualquier lugar de la ciudad. En la misma terminal hay oficinas de cambio de moneda, pero os recomiendo que no cambiéis demasiado dinero en moneda local pues hay bastantes lugares donde admiten dolares (pero no euros). Durante nuestro viaje el cambio era aproximadamente de 10.000 kips laosianos por euro, por lo que os haréis una idea de la gran cantidad de billetes que os van a entregar.
Sin despistarnos mucho, comenzamos nuestras visitas para adaptarnos rápidamente al horario del país y superar el jet-lag. Nos subimos al primer tuk-tuk que vimos y nos dirigimos a Pha That Luang que estaba a un par de kilómetros desde el hotel. En el recorrido comenzamos a comprobar que Vientiane es una ciudad muy tranquila, con muy poco tráfico y quizás es una de las capitales más pequeñas de Asia.

Pha That Luang
Este monumento es uno de los lugares más importantes del país, está considerado como un símbolo y es uno de los templos budistas más sagrados de Laos. Su origen se remonta al siglo III y se cree que guarda un trozo de esternón de Buda. El templo está formado por una estructura de planta cuadrada, de unos 70 metros de lado y una altura total de 45 metros. Sobre el primer nivel se levantan otras plataformas con pináculos terminando en una aguja con forma de loto alargado. Cada nivel del templo tiene diferente significado religioso, y globalmente representa la evolución espiritual desde la ignorancia hasta la iluminación.

Monjes en el templo Pat That Luang
Nuestra visita la realizamos en domingo, durante la tarde pudimos ver monjes entregando ofrendas y fieles realizando oraciones mientras giraban alrededor del templo. En el mes de noviembre en este lugar se realiza una importante fiesta donde se reúnen miles de personas durante tres días para expresar su devoción. Aunque las distancias en la ciudad son muy pequeñas, tomamos otro tuk-tuk para dirigirnos a Patuxai. Su nombre significa Puerta de la Victoria, pero a veces se le conoce como "la pista vertical" pues se construyó en los años 60 con cemento estadounidense que inicialmente iba a destinarse para construir un aeropuerto.

Patuxai
Relieves en los arcos de Patuxai
Se puede subir al techo del monumento a través de unas escaleras que van pasando por numerosas tiendas de recuerdos y de artesanía. Desde arriba se puede observar una amplia avenida que algunos llaman los "Campos Elíseos", bordeada de edificios de poca altura. En la parte baja de Patuxai hay una pequeña plaza con una fuente, donde habitualmente se reúnen los amigos para pasar un rato divertido.


Desde Patuxai volvimos andando al hotel, pues prácticamente llevábamos 24 horas casi sin dormir y el jet-lag estaba haciendo sus efectos. En la zona donde estabamos alojados encontramos algunos restaurantes franceses donde poder cenar, y nos decidimos por un pequeño local con terraza donde disfrutamos de una exquisita carne. De momento dejamos para más adelante la comida laosiana de la que os hablaré más tranquilamente.

miércoles, 4 de julio de 2012

Volviendo al sudeste asiático

Cuando visité Tailandia por primera vez, me quedé impresionado con los maravillosos paisajes del sudeste asiático, los increíbles templos, la amabilidad de la gente y la paz que me transmite muchos lugares. Sabía que volvería una y otra vez para intentar conocedr todos los países de la zona, y casi se está convirtiendo en una costumbre volver a Asia cada dos años. Teníamos muchas ganas de visitar los templos de Angkor en Camboya, sobre todo por las maravillas que he leído en algunos de mis blogs favoritos como el El pachinko, Una vida en mil viajes o Volando voy.

Apsaras en el templo Angkor Wat

Habitualmente, los viajeros que visitan Camboya suelen combinarlo con otros países como Vietnam o Tailandia. Después de algunas consultas con otros blogueros, consideramos que lo mejor era dedicar una semana al norte de Laos y otra a Camboya, y dejaremos para otra ocasión Vietnam para conocerlo con más profundidad. Viajar al sudeste asiático en junio tiene algunos inconvenientes y muchas ventajas. En estas fechas ya ha comenzado el monzón, y aunque nos encontramos con algunas fuertes lluvias pudimos visitar los dos países sin ningún problema. Como ventajas nos encontramos unos precios mucho más baratos, y sobre todo una menor afluencia de visitantes que te permiten conocer la zona con más tranquilidad.

Monje en un templo de Vientiane

Una vez decidida la entrada por Laos y la salida por Camboya, disponíamos de bastante tiempo para buscar buenas tarifas aéreas, Nos encontramos una estupenda oferta de Thai Airways por 660 euros, que nos permitía a la ida volar a Vientiane y salir por Phnom Penh con una única escala en Bangkok. De este modo nos ahorramos mucho dinero y descartamos el "Discovery airpass" de Bangkokair, pues solamente tendríamos que hacer un vuelo entre los dos países.

Fachada en un templo de Luang Prabang

Empezamos a organizar los recorridos en cada país y pronto comprobamos que existen bastantes diferencias entre Laos y Camboya. Laos es un país con muchos menos visitantes que Camboya y sus infraestructuras están menos desarrolladas para el turista. Los templos de Angkor en Camboya atraen a cientos de miles de visitantes, por lo que las carreteras y los medios de transporte tienen un nivel mejor. Para movernos por Laos decidimos buscar transportes locales una vez que llegásemos allí, y para Camboya utilizamos la información de las compañías de Capitol Tours y Sorya Transport.

Palacio real de Phnom Penh

Después de muchos cambios, sugerencias y una frustrante experiencia con la web de alguna línea aérea, el recorrido se fue perfilando poco a poco. Llegaríamos a Laos para pasar un par de noches en Vientiane, otras dos en Vang Vieng y terminaríamos con tres en Luang Prabang (que al final resultaron un poco escasas). Después volaríamos a Siem Reap para conocer los templos de Angkor tranquilamente durante cuatro días, continuamos en autobús hasta Battambang para pasar dos noches, y terminaríamos otras dos noches en Phnom Penh la capital de Camboya, desde donde volvimos a Madrid.
¿Os apetece acompañarme?