sábado, 6 de noviembre de 2010

Camino a Bikaner

11 octubre 2010
Las primeras horas del día son para visitar Mandawa y sus havelis. Pudimos ver una casa habitada que nos permitieron visitar. El guía local que teníamos contratado nos explicaba alguno de los murales, sobre el comercio de la zona y del significado de algunas representaciones de dioses. Más tarde vimos otro haveli que estaba restaurado y prácticamente estaba destinado a ser museo. El Chokhani Double Haveli había pertenecido a dos hermanos y habían construido una casa doble simétrica, cada parte era propiedad de un hermano, por lo que había dos puertas, dos patios y dos fachadas.




Chokhani Double Haveli (Mandawa)

Una vez terminadas las visitas de los Havelis, tuvimos tiempo para pasear por la ciudad, y conocer la vida de los mercados, tiendas y calle. Pasamos por la puerta del fuerte, pero no es demasiado interesante comparado con los que más tarde nos íbamos a encontrar en el recorrido. 


Mercado de Mandawa


Fuerte de Mandawa


Finalizada la visita a la ciudad, comienza de nuevo el recorrido en la furgoneta. Hoy tenemos 200 kms hasta Bikaner, nuestro siguiente destino. Por el camino hicimos una parada en la cercana ciudad de Fatherpur (no confundir con Faterpur Sikri que es un lugar diferente). En esta pequeña localidad paseamos por una larga calle donde había cientos de tiendas de comida, ropa y objetos de lo más extraño. Por supuesto también hay más havelis decorados con murales, que parecen bastante restaurados.


Haveli de Fatherpur



Mujer sentada en la puerta de un Haveli (Fatherpur)

Tras casi cinco horas de carretera llegamos a Bikaner con tiempo suficiente para dejar las maletas y visitar un templo totalmente impactante. A 30 kilómetros de Bikaner se encuentra uno de los lugares más indescriptibles e inolvidables que he conocido en mi vida. Se trata de Deshnok y su templo Karni Mata (o más conocido como el templo de las ratas). La historia que cuentan es más o menos así: Karni Mata era una diosa que intentó resucitar a un niño, se lo pidió a otro Dios pero llegó tarde. El niño ya se había reencarnado en una rata, lo que produjo el enfado de Karni Mata, y desde ese momento obligó a que todos los miembros de un clan se reencarnasen en ratas.
La visita al templo es impactante, hay que entrar descalzo al templo donde hay miles de ratas. Los visitantes ofrecen comida y bebida a los animales. Lo más desagradable no son las ratas, que incluso son simpáticas, si no la mezcla de olores de comida, cagadas y orina. Da buena suerte que las ratas paseen por tus pies y ver alguna de las escasas ratas blancas. Y más impactante aún es la cantidad de peregrinos que se agolpan para entrar, y que al llegar se arrodillan y besan el suelo. No es apto para todos las mentes, pero esta visita se quedará para siempre grabada en mi memoria.


Templo Karni Mata (Deshnok)


Templo Karni Mata (Deshnok)


Peregrinos en templo Karni Mata (Deshnok)

Con una sensación muy rara y casi en silencio durante el recorrido de vuelta, regresamos a Bikaner. En el jardín del hotel nos encontraríamos una sorpresa. Se celebraba un baile con motivo del festival de las nueve noches. Estuvimos bailando con ellos, a su estilo. Los chicos no tocan a las chicas, y utilizan unos palos que golpean entre sí. Música punjabi, tradicional india y algo de house. Buena forma de terminar este extraño día.

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