domingo, 27 de noviembre de 2011

Garganta del río Jökulsá

9 septiembre 2011
En entradas anteriores os conté las dificultades que habíamos tenido con la nieve, y cómo tuvimos que cambiar nuestra previsión inicial durante el día anterior. Después de haber visto todos los lugares de interés del lago Myvatn teníamos tiempo suficiente para volver a intentar recorrer la garganta del río Jókulsá. El parque Nacional Jökulsárgljúfur recorre 35 kilómetros del cañón que ha creado el curso del río. Las paredes de basalto llegan a tener una altura de casi 100 metros y una separación de 600 metros de ancho.
Para recorrerlo elegimos la carretera 862 que ha sido reformada y está en buen estado hasta la catarata Dettifoss, pero que a partir de aquí está llena de baches. Como el día anterior ya habíamos visto la catarata nos dirigimos directamente hasta Vesturdalur.

Cañón del río Jókulsá - zona de Vesturdalur

Excursión por Vesturdalur



En la zona de Vesturdalur se pueden realizar muchas excursiones si se dispone de tiempo suficiente. Durante los recorridos se pueden divisar varias formaciones de roca basáltica, las más famosas son "la bruja y el hombre viejo" - Karl og Kerling. Nosotros realizamos una corta ruta junto a unos acantilados de basalto cercanos a la zona de acampada, pero después de recorrer una hora volvimos al parking porque se estaba haciendo un poco tarde.
Siguiendo la carretera 862 llegamos a Ásbyrgi. En esta zona las paredes del desfiladero tienen una altura de más de 50 metros. La leyenda cuenta que esta zona del cañón se formó cuando Sleipnir, el caballo de Odín, tocó el suelo y plantó su huella.

Eyjan - zona de Ásbyrgi

Bosque zona de Ásbyrgi



En Ásbyrgi se pueden realizar varios recorridos marcados atravesando pequeños bosques de abedules, sauces y serbales (ver rutas 21 y 22 de la guía Rother). En esta zona el cañón es bastante espectacular por la altura de los acantilados.
Para volver a Reykjahlid elegimos la carretera 864 en la orilla opuesta. Esta carretera es de grava mal cuidada, por lo que el coche está vibrando durante todo el trayecto. Merece la pena recorrer el cañón desde este lado para poder ver una panorámica impresionante de la catarata Hafragilsfoss. Esta cascada tiene 27 metros de altura pero desde el mirador parece más alta y caudalosa. 

Catarata Hafragilsfoss


El parking para acceder al mirador de la catarata Hafragilsfoss todavía tenía restos de la nevada del día anterior y el coche se nos atascó. Después de insistir durante unos cinco minutos logramos sacarlo, pero hay que extremar el cuidado cuando el vehículo no es demasiado potente.
Después de una larga jornada de visitas, todavía nos quedaba una sorpresa en Reykjahlið. Mientras cenábamos junto al hotel y tomábamos una fuerte cerveza negra islandesa, miramos a la ventana y nos encontramos con el mejor atardecer de todo el viaje. Islandia no paraba de sorprendernos.

Atardecer en Reykjahlid


sábado, 26 de noviembre de 2011

Lago Mývatn

9 septiembre 2011

El nombre de Mývatn significa "lago de las moscas" y es debido a la gran cantidad de estos insectos que hay durante el verano. Durante el mes de septiembre no vimos ningún bichejo, pero en julio y agosto debe ser una plaga pues vimos que hay varias tiendas que venden mosquiteras. El lugar tiene un gran interés geológico y ornitológico, especialmente por las diversas especies de patos que pueden observarse. Ha sido propuesto por Islandia para formar parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
El lago está bordeado por las carreteras 1 y 848, que permiten hacer un recorrido circular de casi 40 kilómetros desde Reykjahlið  visitando numerosos puntos de interés. 

Lago Myvatn

Lago Myvatn

Os voy a ir describiendo los lugares siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Muy cerca de la zona de Namafjall, están Stóragjá y Grjótagja. Se trata de dos fracturas en el campo de lava producidas por movimientos sísmicos.  Estas fallas han formado cuevas con manantiales de agua hirviendo. Se puede acceder a ellas bajando unas escaleras con mucho cuidado. Para un recorrido más completo se puede realizar la ruta 29 de la guía Rother.


Grjótagja

Una corta carretera de grava lleva a un parking en la base del volcán Hverfjall. Tiene una altura de 485 metros y se puede ascender en una hora aproximadamente, siempre siguiendo los caminos marcados. En la cumbre hacía un viento muy fuerte y no nos dejaba recorrer el perímetro del cráter, pero la subida compensaba por las fantásticas vistas.

Volcán Hverfjall


Panorámica desde la cima de Hverfjall

La siguiente visita son los "castillos negros de Dimmuborgir". Estas formaciones son un conjunto de rocas de lava que se han solidificado a diferentes alturas producido por el contacto con otros materiales húmedos. Estas rocas tienen formas muy curiosas y la gente les ha dado nombre a muchas de ellas, la más conocida es "Kirkja" (iglesia en islandés) que tiene forma de capilla. Se han diseñado tres recorridos de distinta longitud que están muy bien señalizados con flechas de colores. La visita no tiene ninguna dificultad pues se tarda entre un cuarto de hora (Litli Hringur), veinte minutos (Stóri hringur) o una hora aproximadamente en el "Circulo de la Iglesia" (Kirkjuhringur). Hay un centro de visitantes que funciona también como tienda de recuerdos y cafetería. La ruta 26 de la guía Rother combina la subida a Hverfjall y los castillos de Dimmuborgir.

Centro de visitantes de Dimmuborgir


Recorridos en Dimmuborgir 

Castillos negros de Dimmuborgir

Castillos negros de Dimmuborgir


La "Iglesia" de Dimmuborgir

Unos kilómetros más al sur está Höfði donde se puede visitar un pequeño bosque de abedules y abetos. En Islandia hay muy pocos árboles como ya habéis observado en las fotos, por lo que los islandeses tienen mucho cuidado con estos lugares. El bosque está junto al lado y algunos caminos permiten acercarse a la orilla. Desde aquí pueden observarse los "klasar" que son unos pilares de lava saliendo desde el agua. 


Bosque de Hofði

Klasar de Hofði

En la zona sur del lago están los pseudocráteres de Skútustaðir. En esta zona se pueden observar muchos patos y algunas aves migratorias. Estas formaciones son colinas formadas por lava que atrapó agua, y que generaron gases explosivos al hervir el líquido. Algunos pseudocráteres tienen 200 metros de diámetro y otros sólo un par de metros. Hay vuelos sobre el lago que permiten apreciar mejor estas formaciones.  El paseo por los falsos cráteres se puede realizar en menos de una hora (ruta 27 de la guía Rother)



En la zona oeste del lago se puede realizar la subida al monte Vindbelgjarfjall de 529 metros de altura y visitar el museo de las aves, pero nosotros decidimos intentar realizar de nuevo la visita a la garganta del río Jökulsá que no pudimos hacer el día anterior. Para vuestros cálculos, tardamos unas siete horas en realizar todas las visitas que os he indicado en esta entrada.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El museo del pene

8 de septiembre 2011
En las últimas entradas os contaba las dificultades que habíamos tenido con la nieve, y cómo tuvimos que cambiar nuestro recorrido previsto. En un principio teníamos que visitar Húsavík antes de llegar al hotel en Reykjahlið, pero no fue posible y tuvimos que hacerlo al revés.
Una vez que dejamos las maletas en el hotel, parecía que había terminado de nevar y nos marchamos a pasar la tarde a Húsavík. Esta pequeña población vive de la pesca y del turismo, principalmente por las excursiones de avistamiento de ballenas.


Carretera de Reykjahlid a Húsavík

Hay varias agencias que organizan la excursión para ver ballenas, por ejemplo North Sailing. El precio es algo caro y no siempre pueden verse. Con el tiempo tan desagradable que había hecho este día, nosotros lo habíamos descartado en nuestros planes. Ya os he comentado en otras ocasiones que en Islandia hay que tener previstas varias alternativas por el clima tan cambiante e impredecible. Si no podéis hacer el safari para ver ballenas, se puede ver un museo dedicado a estos animales: Whale Museum

Iglesia de Húsavík

Puerto de Húsavík

Pero el  museo más conocido de la ciudad es el "Museo del Pene". Antes que sigáis leyendo os tengo que informar que el museo ya no está en Húsavík y que actualmente se están trasladando al centro de Reykjavík (Laugavegur, 116) : página oficial del museo.
Este museo es uno de los más extraños que he visto  nunca. Desde pequeño Sigurður Hjartarson comenzó a coleccionar penes de animales: de toro que se utilizaban como látigos, penes de ballena recogidos por pescadores, etc. Poco a poco su colección fue aumentando y decidió abrir un museo en Reykjavik. Años más tarde se trasladó a Húsavík y la colección fue aumentando su catálogo con ejemplares de diveras aves y mamíferos. En el año 2011 consiguió la donación de un ejemplar humano, y decidieron realizar el traslado a Reykjavík bajo la dirección de su hijo Hjörtur Gísli Sigurðsson.


ejemplar del museo falológico

ejemplar del museo falológico


ejemplar del museo falológico

La colección es muy extraña, parece una mezcla entre un laboratorio de anatomía patológica con ejemplares conservados en formol, un taller de taxidermista y una muestra de trofeos de caza. Además de los ejemplares de penes de animales también hay objetos relacionados con la temática: fetiches de tribus, esculturas con formas fálicas e incluso el molde de los "órganos" de los integrantes del equipo de balonmano islandés. Sigurdur fue profesor en la Universidad y habla perfectamente español. Tiene mucho sentido del humor  y podría contaros algunas anécdotas en castellano, pero creo que no estará en la nueva ubicación del museo. Una lástima.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Paisajes lunares junto al lago Mývatn

8 septiembre 2011

Pocos kilómetros antes de llegar al lago Myvatn nos encontramos con la zona geotermal del monte Námafjall y las sulfataras de Hverir. Hay un pequeño parking donde dejar el coche mientras se recorren los senderos. La zona se puede visitar libremente siguiendo los recorridos delimitados con cuerdas, y teniendo cuidado con las fumarolas y los vapores sulfurosos.



El monte Námafjall mide 482 metros de altura, y se creó por una erupción en una fisura. Hay un sendero que permite ascender a la cima para divisar el lago Mývatn al completo, pero nosotros dejamos la visita pues estabamos dos noches alojados en Reyjkhalið y seguro que encontraríamos un mejor momento para hacer la subida. La ruta 30 de la guía Rother está dedicada a la zona de Namafjall y Hverir.


Hverir - Namafjall


Hverir - Namafjall

Esta zona es un conjunto increíble de pozas de lodo hirviendo, fumarolas, solfataras y otros fenómenos geotérmicos. El suelo está caliente y después de tener los pies helados por la nevada que había caído, nos venía bien pasear aquí. Este lugar hace que no nos olvidemos de la enorme actividad sísmica de Islandia. Si reflexionas sobre el sitio donde estás te entran ganas de salir corriendo.


Hverir - Namafjall

Hverir - Namafjall

Para los que sois aficionados a la fotografía, esta zona del área de Mývatn es un paraíso. Reflejar los colores y las texturas de la tierra, mientras tratas de evitar los chorros de vapor de agua y logras mantenerte a una distancia prudencial de los fenómenos, es algo único y todo un reto. 

Hverir - Namafjall

Unos cinco kilómetros más para llegar a Reykjahlið, una pequeña localidad con varios hoteles y restaurantes. Hay que reservar alojamiento con bastante antelación pues hay mucha demanda en los meses de verano y los precios de los hoteles son bastante altos. Aunque hay otros lugares donde alojarse, ésta es la mejor para poder explorar la zona con tranquilidad.

Lago Myvatn

domingo, 13 de noviembre de 2011

Hacia el lago Mývatn

8 septiembre 2011

Después de un día pasado por agua, nuestro recorrido comienza a dirigirse hacia el norte para conocer otra de las joyas de Islandia; el lago Mývatn. Desde Egilsstaðir a nuestro siguiente alojamiento en Reykjahlíð hay aproximadamente 165 kilómetros, una distancia que se puede realizar en un par de horas. 
Muchos viajeros deciden dirigirse directamente en Reykjahlíð y desde allí visitar los lugares de interés del lago y realizar excursiones a los alrededores. Nosotros decidimos variar el recorrido y desviarnos por la garganta del río Jökulsá, luego dirigirnos a la costa de Húsavik y finalizar en Reykjahlíð. Nuestro circuito era bastante más largo y difícil, por lo que madrugamos bastante después de haber leído las previsiones para el día.

Paisajes cercanos a Egilsstadir

Durante los primeros kilómetros por la Ring Road la climatología era aceptable, pero la carretera comenzó a subir ligeramente y nos encontramos con la nieve. Nos estábamos acercando al parque Nacional Jökulsárglúfur y comenzó a nevar más fuerte, pero no nos preocupaba en exceso. 
La garganta del río Jökulsá forma parte del Parque Nacional Vatnajökull, y es conocida por sus cañones y cataratas. Se puede acceder desde dos puntos de la Ring Road y llega hasta Asbyrgi en el norte. Desde la carretera principal se puede tomar el desvío por la carretera de grava 864 que es accesible a todos los vehículos, o por la 862.


Ring Road hacia el río Jókulsá

Hasta mediados del año 2011 la carretera 862 era accesible únicamente a los vehículos 4x4, pero la están reparando para que pueda acceder cualquier coche. El tramo entre la Ring Road y la catarata Dettifoss está bastante bien, pero a partir de aquí hasta Asbyrgi tiene muchos baches y puede causar problemas en la suspensión de los vehículos. Vuelvo a insistir en que es necesario comprobar el estado de las obras en la página de carreteras islandesas: enlace.
Tomamos la carretera 862 y empezamos a preocuparnos porque nuestro vehículo era muy pequeño y podríamos tener problemas serios debido a la nevada. Llegamos al aparcamiento para ver Dettifoss y la tormenta era cada vez más fuerte. Los caminos desde el parking estaban totalmente cubiertos de nieve y algunos eran muy resbaladizos. Esta catarata tiene 44 metros de altura y 100 metros de ancho, y está considerada como la más caudalosa de Europa.

Dettifoss

Después de una visita muy corta a Dettifoss volvimos al parking y en el camino divisamos a lo lejos Selfoss, pero el viento era muy fuerte y nos dirigimos al coche para evitar problemas. Muy cerca está la espectacular catarata Hafragilsfoss, pero no era posible acercarse a ella. Un conductor nos avisó que no se nos ocurriese continuar por la carretera 862, porque habían tenido un problema con su vehículo. Afortunadamente los quitanieves empezaron a trabajar por la zona.
Decidimos dirigirnos de nuevo a la Ring Road para llegar pronto a Reykjalið. Antes de llegar al hotel dejó de nevar y vimos el desvío de la carretera 863 hacia Kafla. En este lugar se puede ver una central geotérmica y una zona de sulfataras. Los caminos están marcados y en algunas zonas hay pasarelas de madera, no hay que arriesgarse a salir de ellos porque el suelo está muy caliente.

Tubería cruzando la carretera de acceso a Kafla

Solfataras Leirhnjúkur - Kafla


El lugar es impresionante y todávía más con los distintos colores del suelo con el fuerte contraste de la nieve. Muy cerca de esta zona está el cráter del volcán Stóra-Viti con su impresionante lago azul oscuro en el interior.

Solfataras Leirhnjúkur - Kafla


Cráter Stóra-Viti

Y al salir de la zona de Kafla descubrimos una pequeña broma islandesa que se quedará en mi memoria como una de las imágenes más surrealistas que he visto nunca ¿Ésto qué es...?

"Escultura" junto a la central geotérmica de Kafla


jueves, 10 de noviembre de 2011

Fiordos del este de Islandia

7 septiembre 2011
Después del desvío hacia Höfn la carretera nacional Islandesa comienza a recorrer la costa. Los fiordos del este de Islandia no son excesivamente profundos y son menos espectaculares que los del oeste, pero nosotros nos conformamos con recorrer esta zona pues no disponíamos de tiempo suficiente para conocer los del otro lado. El día amaneció lluvioso y con muchas nubes que se encajonaban en la costa, por lo que no pudimos disfrutar de los paisajes.


Acantilados en la costa hacia Djúpivogur


Iglesia de Djúpivogur


El primer pueblo importante que nos encontramos en Djúpivogur. Desde aquí se puede visitar la isla de Papey donde habitaron monjes irlandeses antes de la llegada de los nórdicos. Durante los meses de verano es muy visitada porque se pueden ver colonias de focas y aves marinas. En el pueblo se pueden ver algunos edificios de madera históricos, el más conocido es Langabuð que actualmente es utilizado como museo de esculturas de Ríkarður Jónsson y que también funciona como oficina de turismo. 


Puerto de Djúpivogur

Edificio Langabud - Djúpivogur

La carretera continua hacia Berufjödur por un fiordo desde donde se puede divisar la montaña Búlastandir con forma de pirámide. No pudimos ver nada prácticamente porque las nubes estaban muy bajas y la tapaban casi completamente. Antes de llegar a Breiðdalsvík, la carretera nacional se desvía de los fiordos y se dirige hacia Egilsstaðir donde nos alojaríamos ese día. Decidimos continuar por la carretera 96 para ir recorriendo fiordos menos profundos: Stödvarfjördur con su museo de minerales, Fáskrudsfjördur, Reyðarfjördur y Eskifjördur.

Caballos islandeses

En algunos tramos el trayecto es un poco complicado porque hay que atravesar túneles con un único carril para ambos sentidos y hay que tener algo de cuidado. La lluvia y la niebla eran cada vez más frecuentes y no nos dejaban contemplar el paisaje, por lo que decidimos tomar la carretera 92 a Egilsstaðir para esperar que mejorase la climatología. Por el camino hicimos unas cuantas paradas para volver a fotografiar a los preciosos caballos islandeses. Estos animales son más pequeños que los del continente, son dóciles y os permitirán acercaros sin problemas. Para los que sabéis montar a caballo hay multitud de agencias que contratan paseos y excursiones por todo el país.

Fiordos del este


Fiordos del este

En Egilsstaðir tuvimos algún problema para localizar nuestro hotel, porque estaba situado fuera de la ciudad, pero en la oficina de turismo nos informaron muy bien. Desde esta ciudad se puede hacer una marcha de dos horas a Hengifoss que es una  de las cataratas más altas del país (ruta 17 de la guía Rother). Aunque parecía que el tiempo mejoraba un poco no nos atrevíamos a hacer esta excursión. Dejamos las maletas en el hotel y volvimos al coche para visitar Seyðisfjördur.

Iglesia de Seyðisfjördur

Egilsstaðir con el lago Lagarfljót al fondo

Seyðisfjördur está a unos 27 kilómetros desde Egilsstaðir tomando la carretera 93. Este pueblo está bastante animado porque llegan barcos que parten de Dinamarca y las islas Feroe. Además del puerto se pueden visitar algunas casas antiguas de madera pintadas de diversos colores. Volviendo a Egilsstaðir comenzó a nevar y tuvimos que ir sacando de la maleta la ropa de más abrigo, porque comenzaba a hacer bastante frío. Pero lo peor llegaría al día siguiente.