8 de septiembre 2011
En las últimas entradas os contaba las dificultades que habíamos tenido con la nieve, y cómo tuvimos que cambiar nuestro recorrido previsto. En un principio teníamos que visitar Húsavík antes de llegar al hotel en Reykjahlið, pero no fue posible y tuvimos que hacerlo al revés.
Una vez que dejamos las maletas en el hotel, parecía que había terminado de nevar y nos marchamos a pasar la tarde a Húsavík. Esta pequeña población vive de la pesca y del turismo, principalmente por las excursiones de avistamiento de ballenas.
Carretera de Reykjahlid a Húsavík |
Hay varias agencias que organizan la excursión para ver ballenas, por ejemplo North Sailing. El precio es algo caro y no siempre pueden verse. Con el tiempo tan desagradable que había hecho este día, nosotros lo habíamos descartado en nuestros planes. Ya os he comentado en otras ocasiones que en Islandia hay que tener previstas varias alternativas por el clima tan cambiante e impredecible. Si no podéis hacer el safari para ver ballenas, se puede ver un museo dedicado a estos animales: Whale Museum
Iglesia de Húsavík |
Puerto de Húsavík |
Pero el museo más conocido de la ciudad es el "Museo del Pene". Antes que sigáis leyendo os tengo que informar que el museo ya no está en Húsavík y que actualmente se están trasladando al centro de Reykjavík (Laugavegur, 116) : página oficial del museo.
Este museo es uno de los más extraños que he visto nunca. Desde pequeño Sigurður Hjartarson comenzó a coleccionar penes de animales: de toro que se utilizaban como látigos, penes de ballena recogidos por pescadores, etc. Poco a poco su colección fue aumentando y decidió abrir un museo en Reykjavik. Años más tarde se trasladó a Húsavík y la colección fue aumentando su catálogo con ejemplares de diveras aves y mamíferos. En el año 2011 consiguió la donación de un ejemplar humano, y decidieron realizar el traslado a Reykjavík bajo la dirección de su hijo Hjörtur Gísli Sigurðsson.
ejemplar del museo falológico |
ejemplar del museo falológico |
ejemplar del museo falológico |
La colección es muy extraña, parece una mezcla entre un laboratorio de anatomía patológica con ejemplares conservados en formol, un taller de taxidermista y una muestra de trofeos de caza. Además de los ejemplares de penes de animales también hay objetos relacionados con la temática: fetiches de tribus, esculturas con formas fálicas e incluso el molde de los "órganos" de los integrantes del equipo de balonmano islandés. Sigurdur fue profesor en la Universidad y habla perfectamente español. Tiene mucho sentido del humor y podría contaros algunas anécdotas en castellano, pero creo que no estará en la nueva ubicación del museo. Una lástima.
Jejeje, interesante y curioso post este del museo de los penes. La verdad que "vivir para ver".
ResponderEliminarSaludos
Me sonaba que ya estaba en Reykjavík, pero por lo visto todavía quedan penes en su antigua ubicación :D
ResponderEliminarNo sé yo si estoy preparado para semejante museo, pero desde luego es curioso. Tomo nota como posible ;-)
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