Buscando focas en Islandia

11 septiembre 2011

Nuestro recorrido para este día comenzaba en Varmahlið para conocer la península de Vatnsnes en busca de focas, y luego descender hasta Stykkishólmur para poder recorrer otro parque nacional. 

A sólo 8 kilómetros de Varmahlið  nos encontramos con Glaumbær, otra granja con tejados de hierba, también incluida en la lista propuesta para ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Los edificios estaban abiertos al público y se podía visitar el interior, donde encontramos herramientas, mobiliario y algunos enseres históricos. Retornando a la carretera 1 nos encontramos con Viàðimyri, otra granja con una iglesia de madera de mediados del siglo XIX.

Glaumbær

Iglesia de Viàðimyri

A unos 50 kilómetros de Varmahlið, y antes de recorrer la peninsula de  Vatnsnes, nos encontramos con una pequeña localidad industrial sin mucho interés, pero que tiene una de las iglesias más extrañas que vimos en todo el país. Se puede bordear la iglesia alrededor, y no tiene ninguna pared recta. Cada plano es distinto, hay zonas que la pared se curva y posteriormente se endereza. Bastante curiosa si la queréis incorporar a un circuito de arquitectura religiosa vanguardista junto con las iglesias de Akureyri, Reykjavik y Stykkisholmur.

Iglesia de Blönduós

Escaleras para atravesar una valla en medio del campo

Adentrándonos en la península de Vatnsnes hay varias localidades donde se pueden observar focas. Periódicamente se abren algunos puntos de observación y se cierran otros. Nosotros nos encontramos cortado el acceso a Hvammstangi, y tuvimos que desplazarnos hasta Illugastaðir. 

La carretera que bordea la península es bastante mala, pero permite hacer algunas paradas para observar algunas formaciones basálticas. La más conocida es Hvitsenkur, una roca de unos 20 metros que sale del mar. La leyenda cuenta que esta roca era un troll que quería destruir una granja y que se quedo paralizado al verse sorprendido por el amanecer (una historia parecida a los "trolls" de Vík).

Formaciones de basalto en la península de Vatnsnes

Hvítserkur

En la zona de  Illugastaðir hay un pequeño aparcamiento que permite acceder al punto de observación de las focas. Esperamos a que hubiese pocos turistas (curiosamente todos españoles) para poder verlas con tranquilidad, pues son muy asustadizas. Hacía muchísimo viento y nos costó llegar hasta las rocas. Vimos un pequeño grupo de tres o cuatro focas y tan sólo fue cuestión de un par de minutos antes de que se ocultasen. 

Si queréis observar a los animales tenéis que prever prismáticos, y un zoom de 200 o 300 mm para la cámara, porque de otra forma os costará distinguirlas de las rocas.

Focas en la península de Vatnsnes

Focas en la península de Vatnsnes

Nuestro recorrido continúa hacia la península Snæfellsnes, circulando por carreteras de grava durante bastantes kilómetros. Nuestro alojamiento estaba situado en Stykkishólmur, un pueblo pesquero con bastante animación. La localidad es bastante importante porque desde aquí parten los ferrys hacia los fiordos del oeste, que permiten ahorrarse muchísimos kilómetros de carretera. Nosotros descartamos ver los fiordos de esta zona porque supone un par de días más de viaje como mínimo.

Iglesia de Stykkisholmur

El viento era fortísimo y casi no nos dejaba caminar, tan sólo pudimos dirigirnos directamente a uno de los restaurantes del puerto para poder comer unos deliciosos mejillones con unos cuantos litros de cerveza. De camino vimos otra extravagante iglesia con una torre con forma de vertebra. ¿Demasiado innovadora?, quizás.