15 junio 2012
Una de las visitas imprescindibles en los alrededores de Battambang es la colina de Phnom Sampeau y las cuevas del exterminio. Esta pequeña montaña está situada a unos quince kilómetros en una zona de formaciones kársticas al sur de la ciudad. Para llegar al templo de la cima de la montaña hay que pagar una pequeña entrada de dos dólares y abandonar el tuk-tuk, pues hay que ascender por una empinada cuesta con cientos de escalones. Muchos chicos se ofrecerán a acompañaros como guía y puede ser interesante contratarlos pues conocen mejor los recorridos hacia las cuevas.
Templo de Phnom Sampeau |
La subida a este templo me recordaba mucho a las colinas de Myanmar y la ascensión al monte Popa. A lo largo del camino hay un grupo de monos hambrientos que se acercarán para recibir comida. A veces son algo agresivos y se producen peleas entre ellos, por lo que os recomiendo que no os acerquéis demasiado.
En la cima de la montaña hay un templo dorado al borde de la pared del acantilado. El edificio es bonito pero lo más espectacular son las vistas que se tienen de los alrededores de Battambang.
Monos en la subida a la colina de Phnom Sampeau |
Vistas desde la cima de Phnom Sampeau |
Templo de la cima de Phnom Sampeau |
Pero el principal motivo para visitar Phnom Sampeau son las cuevas del exterminio de los jemeres rojos. Desde 1975 hasta 1979, Camboya fue gobernada por el régimen dictatorial de Pol Pot que eligió Phnom Sampeau como uno de los lugares donde cometer sus atrocidades. En la colina hay numerosas cuevas donde los jemeres rojos realizaban interrogatorios y torturas. Las víctimas eran arrojadas por los agujeros de la roca y eran abandonabados hasta que se desangraban. Se calcula que en Phnom Sampeau fueron asesinadas más de 10.000 personas. Por todas las cuevas se encontraron instrumentos de tortura, restos de ropa y miles de cadáveres. En la actualidad Phnom Sampeau se ha convertido en un lugar de peregrinaje para rendir homenaje a las víctimas del genocidio.
Cuevas en Phnom Sampeau |
Escultura de Buda en un templo de Phnom Sampeau. |
A mitad del recorrido hacia la cima nos podemos perder por varios caminos que recorren las cuevas. En una de ellas hay una escultura dorada de buda junto a una urna con restos de huesos y calaveras de las víctimas de la masacre. Es conveniente ir acompañados por un guía para orientarse mejor por los caminos y no adentrarse en zonas peligrosas. A nosotros nos ayudaron un grupo de estudiantes que visitaban las cuevas y algunos monjes que cuidan de los templos. Sin duda es una visita imprescindible si tenéis interés por conocer la dura historia de Camboya.
Si visitáis esta zona por la tarde os podéis encontrar con el vuelo de miles de murciélagos, tal y como nos cuenta Diego Picallo en su blog.
Un lugar precioso, lo recordamos porque un mono nos atacó jajaj
ResponderEliminarla verdad es que Battambang es de las zonas mas bellas del pais Jemer
un abrazo