jueves, 10 de noviembre de 2011

Fiordos del este de Islandia

7 septiembre 2011
Después del desvío hacia Höfn la carretera nacional Islandesa comienza a recorrer la costa. Los fiordos del este de Islandia no son excesivamente profundos y son menos espectaculares que los del oeste, pero nosotros nos conformamos con recorrer esta zona pues no disponíamos de tiempo suficiente para conocer los del otro lado. El día amaneció lluvioso y con muchas nubes que se encajonaban en la costa, por lo que no pudimos disfrutar de los paisajes.


Acantilados en la costa hacia Djúpivogur


Iglesia de Djúpivogur


El primer pueblo importante que nos encontramos en Djúpivogur. Desde aquí se puede visitar la isla de Papey donde habitaron monjes irlandeses antes de la llegada de los nórdicos. Durante los meses de verano es muy visitada porque se pueden ver colonias de focas y aves marinas. En el pueblo se pueden ver algunos edificios de madera históricos, el más conocido es Langabuð que actualmente es utilizado como museo de esculturas de Ríkarður Jónsson y que también funciona como oficina de turismo. 


Puerto de Djúpivogur

Edificio Langabud - Djúpivogur

La carretera continua hacia Berufjödur por un fiordo desde donde se puede divisar la montaña Búlastandir con forma de pirámide. No pudimos ver nada prácticamente porque las nubes estaban muy bajas y la tapaban casi completamente. Antes de llegar a Breiðdalsvík, la carretera nacional se desvía de los fiordos y se dirige hacia Egilsstaðir donde nos alojaríamos ese día. Decidimos continuar por la carretera 96 para ir recorriendo fiordos menos profundos: Stödvarfjördur con su museo de minerales, Fáskrudsfjördur, Reyðarfjördur y Eskifjördur.

Caballos islandeses

En algunos tramos el trayecto es un poco complicado porque hay que atravesar túneles con un único carril para ambos sentidos y hay que tener algo de cuidado. La lluvia y la niebla eran cada vez más frecuentes y no nos dejaban contemplar el paisaje, por lo que decidimos tomar la carretera 92 a Egilsstaðir para esperar que mejorase la climatología. Por el camino hicimos unas cuantas paradas para volver a fotografiar a los preciosos caballos islandeses. Estos animales son más pequeños que los del continente, son dóciles y os permitirán acercaros sin problemas. Para los que sabéis montar a caballo hay multitud de agencias que contratan paseos y excursiones por todo el país.

Fiordos del este


Fiordos del este

En Egilsstaðir tuvimos algún problema para localizar nuestro hotel, porque estaba situado fuera de la ciudad, pero en la oficina de turismo nos informaron muy bien. Desde esta ciudad se puede hacer una marcha de dos horas a Hengifoss que es una  de las cataratas más altas del país (ruta 17 de la guía Rother). Aunque parecía que el tiempo mejoraba un poco no nos atrevíamos a hacer esta excursión. Dejamos las maletas en el hotel y volvimos al coche para visitar Seyðisfjördur.

Iglesia de Seyðisfjördur

Egilsstaðir con el lago Lagarfljót al fondo

Seyðisfjördur está a unos 27 kilómetros desde Egilsstaðir tomando la carretera 93. Este pueblo está bastante animado porque llegan barcos que parten de Dinamarca y las islas Feroe. Además del puerto se pueden visitar algunas casas antiguas de madera pintadas de diversos colores. Volviendo a Egilsstaðir comenzó a nevar y tuvimos que ir sacando de la maleta la ropa de más abrigo, porque comenzaba a hacer bastante frío. Pero lo peor llegaría al día siguiente.

1 comentario:

  1. Esta zona no la visitamos, pero tiene una pinta fantástica.

    Como molan los caballos islandeses :D

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