Cefalú - Milazzo

5 septiembre 2009

A primera hora de la mañana, nos dedicamos a buscar oficinas de alquiler de coches. No lo habíamos preparado desde Madrid, esperando las ofertas de la isla. Nos decidimos por AutoEuropa, pues nos permitía la posibilidad de dejar el coche en el aeropuerto, aunque nos cobraron un suplemento. Buscamos un coche pequeño y un Panda era lo mejor.

Nuestro viaje lo hacemos con mucha tranquilidad, podíamos haber tomado la autopista hasta nuestro siguiente destino, pero decidimos ir por carreteras secundarias de la costa. La salida de Palermo estaba muy atascada, pero pudimos disfrutar de buenas vistas del mar. Paramos en Cefalú, para pasear por las calles y visitar la catedral que comenzó a construirse en el año 1.131.



Catedral de Cefalù



Esta catedral tiene mosaicos bastante interesantes, pero no tan impresionantes como los de Monreale o de la Capilla Palatina de Palermo. En esta ciudad se grabaron algunas escenas de Cinema Paradiso y es un aliciente para intentar buscar algunos rincones donde se grabó. 



Plaza de Cefalù



Como disponíamos de bastante tiempo, dedicamos gran parte del día en la playa tirados al sol, y junto a unas preciosas murallas. La playa de Cefalù es bastante buena pero estaba muy llena de turistas italianos.



Playa de Cefalù



Continuamos el recorrido hasta nuestro siguiente alojamiento: Milazzo. Muy pocos turistas se alojan en esta ciudad, pero para nosotros era muy importante porque desde aquí se pueden visitar las Islas Eolias. Queríamos recorrer tres o cuatro islas, por lo que era importante estar alojados durante tres noches. Buscamos un hotel que tuviese algo de encanto, porque Milazzo no es especialmente bonito, y encontramos el pequeño hotel Cassisi.

Para visitar las islas Eolias existen dos posibilidades: contratar excursiones organizadas con alguna compañía (por ejemplo TarNav) o aprovechar los ferrys que se utilizan por los sicilianos (por ejemplo Ustica Lines). Nosotros contratamos dos excursiones: Panarea-Stromboli y Lípari-Vulcano. 

Aprovechamos el resto del día para callejear por el pueblo. Nos parecieron muy curiosas las esquelas que los sicilianos ponen por las calles, me hace recordar las costumbres de algunos pueblos españoles.



Esquelas Sicilianas