domingo, 3 de julio de 2011

Xian - Guerreros de terracota

6 septiembre 2002

En marzo de 1974, unos campesinos que estaban cavando un pozo encontraron por casualidad unos trozos de terracota sin saber exactamente de que se trataban. Posteriormente se fueron realizando excavaciones y se fueron encontrando hasta casi 6.000 figuras de guerreros y una gran cantidad de armas de bronce. Unos años más tarde continuaron los trabajos y  en ella se descubrieron otras cámaras, con más figuras de guerreros en posición sentada y  soldados de caballería. Las investigaciones comprobaron que todas estas  esculturas formaban parte de un gigantesco mausoleo dedicado al emperador Qin Shihuang que gobernó hace unos 2.000 años.


Guerreros de terracota - Xian


La tumba del emperador no ha sido abierta en la actualidad, porque no se ha decidido el sistema de conservación del edificio. Se supone que en la tumba hay miles de objetos, tesoros, instrumentos musicales, joyas y libros antiguos. Las dimensiones de la construcción son enormes y se han intentado proyectar diferentes soluciones para excavarla, pero son inviables técnica y económicamente.


Guerreros de Xian



Guerreros de terracota - Xian


Durante la dinastía Qin se creía que el alma de una persona no moriría después de la muerte, y por ello viviría en el otro mundo igual que cuando estaba vivo.  Los guerreros de terracota estarían protegiendo la tumba del emperador, y éste seguiría teniendo las tropas a su mando. Las figuras tienen rasgos distintos y  en teoría no existen dos iguales. Trabajos más recientes han encontrado grandes hornos donde se  cocían hasta 200 figuras. Las esculturas a tamaño natural estaban policromadas, pero las que se encontraron durante los primeros años no han sido conservadas correctamente, y han perdido los colores. Se pueden ver algunas protegidas en urnas para conservar el colorido.


Guerreros de terracota - Xian


Guerreros de terracota - Xian



En 1980 se encontró una caja de unos siete metros de largo por dos de ancho y de alto, en ella había dos enormes carros de bronce que están expuestos a la entrada del pabellón central. Están protegidos por cristales y es muy complicado fotografiarlos dada la gran cantidad de cámaras con flash. En los recintos se pueden ver también algunas esculturas de pájaros y otros animales. Los trabajos continuarán durante mucho tiempo pues en algunas cámaras todavía no se ha comenzado.
Cuando realizamos la visita, el sistema de entrada a los recintos consistía en una tarjeta electrónica que permitía acceder a dos de los fosos. El lugar es espectacular en su conjunto, y en algunas zonas es posible verlos con más proximidad para comprobar que todas las figuras son diferentes.


Tarjeta de acceso al recinto


Guerreros de Xian

Después de la visita a los guerreros hicimos un recorrido por las calles de la ciudad, la pagoda de la Oca Salvaje y una panorámica de las murallas del siglo XIV. Tiene forma rectangular y  bordea la ciudad antigua.  Los muros tienen una altura de unos 12 metros y tendría cuatro puertas orientadas a los cuatro puntos cardinales. Su construcción durante la dinastía Ming se destinaba a la protección de la ciudad de invasiones de tribus del oeste del país.


Murallas de Xian


Pagoda de la Oca Salvaje

La pagoda de la Oca Salvaje se encuentra al sur de la ciudad y fue construida a mediados del siglo VII y principios del VIII, durante la dinastía Tang. Fue un centro importante de traducción de textos budistas y permitió la introducción de la religión al país. Originalmente tenía cinco pisos que luego fueron aumentados a diez, pero por diferentes ataques acabó con siete.
Para el día siguiente nos quedaban más visitas de la ciudad de Xian, antes de partir a nuestro último destino Beijing

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