15 abril 2008
Madrugamos mucho para poder ir al famoso mercado de pescado Tsujiki. Aprovechamos que todavía teníamos problemas para conciliar el sueño debido al jet-lag. Recomiendan llegar a las 5 de la madrugada, pero nosotros llegamos un poco después. En el mercado ya había acabado la subasta de atunes, pero pudimos disfrutar de ver el movimiento de los vendedores, los carritos a toda velocidad y la gente desayunando el sushi más fresco del mundo.
Atunes en el mercado de Tsujiki |
Mercado de Tsujiki |
Salimos del mercado para pasear por Ginza a primera hora de la mañana, y ver por fuera el teatro de Kabuki-za, aunque volveríamos al día siguiente para poder ver un acto de una obra de Kabuki. Nos marchamos a Ueno para ver el parque sin mucha gente. Todavía es muy pronto y solamente están algunos vagabundos sentados en los bancos. El Parque es muy interesante, pues tiene distintos templetes e incluso varios museos. Nos acercamos a un paseo de cerezos donde los japoneses hacen el hanami (fiesta de los cerezos), pero ya había caído toda la flor y nos sentimos un poco decepcionados.
Estación de Ueno |
Parque Ueno |
Avenida de cerezos del parque Ueno. |
Calle Ameyoko |
Después de un paseo por el parque, desayunamos junto al mercadillo de Ameyoko, que tiene muchas tiendas en las que se puede encontrar casi de todo y podéis ver algunos alimentos un poco extraños. Madrugar mucho tiene sus ventajas, porque hoy vamos a ver muchos lugares interesantes, el siguiente Asakusa y el templo de Sensoji. También es conocido como Asakusa Kannon y es quizás el más sagrado y visitado de la ciudad. Algún pabellón estaba en reparación y no pudimos verlo, pero el pabellón principal es impresionante, con la gente quemando incienso mientras realiza sus oraciones. Junto al templo está la calle comercial "Nakamise-dori", con muchas tiendas donde podéis comprar objetos tradicionales, zapatos, ropa y recuerdos.
Templo Sensoji |
Templo Sensoji |
Templo Sensoji |
Muy cerca de los templos hay que dirigirse al río para ver el curioso edificio Asahi. Aquí hay un muelle para poder realizar el crucero del río Sumida, hasta los jardines de Hama Rikyu. En el embarcadero se puede comprar una entrada solamente para el crucero, o también combinada con la entrada a los jardines. Se tarda aproximadamente una hora y se atraviesan bastantes puentes hasta casi llegar al gigantesco puente Rainbow. Nosotros nos bajamos en los jardines Hama Rikyu donde pudimos ver algunos arboles que todavía mantenían la flor y el precioso salón de té dentro de un lago. También es muy curioso poder ver a las parejas de enamorados japoneses con sus cajas Bento, pues ya era hora de la comida.
Edificio Asahi |
Río Sumida llegando al puente Rainbow |
Jardines Hamarikyu |
Jardines Hamarikyu |
Salón de té en los jardines |
Nos animamos a comer junto al parque, para después dedicarle toda la tarde a Odaiba. Para llegar a esta isla artificial tomamos el Yurikamome, que es un tren monorail que atraviesa el puente Rainbow hasta la isla. Aquí podéis disfrutar de distintas atracciones, una noria, el edificio de Fuji TV e incluso un edificio de Toyota donde podéis ver prototipos de coches. También tiene una pequeña playa artificial desde donde hay unas magnificas vistas del río, el puente y Tokyo al fondo.
Puente Rainbow con el edificio Fuji TV al fondo |
Vía del Yurikamome |
Prototipo de Toyota |
Atardecer frente al río |
Terminamos este larguísimo día de visitas, cada vez más apasionados por esta maravillosa ciudad. Lástima que solamente podamos estar un solo día más, nos vamos a quedar con ganas de conocerla más a fondo.
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